Badajoz. El Tribunal Provincial de las Realidades Alternativas acogió ayer el esperadísimo juicio contra David «El Deivid», presunto jefe de la presunta «Oficina de Artes Escénicas de Badajoz», un puesto tan misterioso como la letra pequeña de un contrato de telefonía. En un testimonio que dejó a los presentes entre la carcajada y la incredulidad, David aseguró desconocer dónde trabaja, qué hace, ni de quién es jefe, aunque afirma tener “un horario flexible… bueno, más bien inexistente”.
“LA OFERTA LA ENCONTRÉ EN GOOGLE, CREO”
Interrogado sobre cómo consiguió el cargo, El Deivid declaró que, aunque no lo recuerda con exactitud, «la oferta la encontré en Google… creo. Igual fue en una servilleta o en un sueño. No estoy seguro». Sin embargo, un detalle llamó la atención de la fiscalía: David es hermano del presidente del Gobierno, algo que según su abogado “es pura casualidad y no tiene nada que ver con este fascinante caso de vocación laboral espontánea”.
UNA OFICINA QUE NADIE HA VISTO
La «Oficina de Artes Escénicas de Badajoz», de la que David sería jefe, parece ser una especie de unicornio administrativo. Nadie sabe exactamente dónde está ubicada, aunque el acusado asegura que “seguro que tiene una placa o algo, aunque nunca la he visto porque, bueno, vivo en Portugal”. El juez pidió al fiscal aclarar si la oficina existe físicamente o si se trata de un concepto filosófico, pero hasta el cierre de esta edición no se ha logrado ubicar ni siquiera un buzón con su nombre.
¿CUÁL ES SU LABOR? CONTINUAR LA LABOR QUE YA HACÍA
Al ser cuestionado sobre qué hace como jefe, El Deivid ofreció una respuesta que podría pasar a la historia del surrealismo judicial: “Mi trabajo consiste en continuar con la labor que ya venía desempeñando anteriormente”. Ante la insistencia del juez, aclaró: “Y esa labor es… bueno, digamos que hago lo que ya hacía antes de estar aquí, solo que ahora con un título”. Nadie logró entender a qué se refería, pero su abogado defendió su clientela con fervor: “Es un profesional de la continuidad y el desempeño”.
“TENÍA MUCHAS GANAS DE EXPLICARLO”, PERO NO LO HIZO
Según su abogado, David estaba muy emocionado por aclarar todo. “Tenía muchas ganas de explicarlo para que todos lo entendiésemos”, dijo, pero tras hora y media de preguntas no quedó claro absolutamente nada. Al final, el acusado resumió: “Si lo piensan, mi trabajo es como el teatro: no hace falta entenderlo, solo hay que sentirlo”.
EL FUTURO DE LA OFICINA: UNA PERFORMANCE ADMINISTRATIVA
El juicio se reanudará la próxima semana, siempre y cuando alguien encuentre la oficina, a algún subordinado de David o, al menos, un ticket de parking que confirme su existencia. Mientras tanto, Badajoz ya prepara un evento artístico en honor al caso: “La Oficina Fantasma”, una performance en la que un grupo de actores simulará ser empleados trabajando en un edificio invisible, tal y como, aparentemente, lleva haciendo David desde hace años.